Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

6 de julio de 2015

PEDID A MI IGLESIA TRIUNFANTE QUE OS AYUDE A TOMAR SANTAS DECISIONES




Hijos Míos, Me llenáis el Corazón y el alma de compasión cuando os veo tan extraviados y tomando decisiones tan erróneas y tan opuestas a Mis criterios y voluntad. Yo, Jesús, os hablo. 

Pedid hijos, pedid a Mi Iglesia triunfante que os ayude a tomar santas decisiones tanto pastorales como personales, porque vais todos, pastores y fieles, muy desencaminados de Mi autentica doctrina, y cada vez más, vais dejando pasar una cosa, y otra, y otra, y al final los sacramentos serán nulos, por las decisiones que en forma de misericordia estáis tomando. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, no vulneréis Mis palabras ni Mis enseñanzas diciendo, que como Soy misericordia Yo comprendo vuestras decisiones. No hijos, no. Lo que está mal, está mal siempre, por tanto, no absolváis a los fieles tan ligeramente de sus confesiones, porque deben hacer propósito de enmienda, y el que vive en pecado debe posponer su actitud o no se le puede absolver. Yo, Jesús, el Hijo de Dios Altísimo, os hablo.

Tratad de poner en práctica Mi doctrina al cien por cien, sin quitar ni añadir nada. El bien de las almas es precisamente que la pongáis en práctica en su totalidad. Yo sanaba a los enfermos y les decía: Vete en paz y NO PEQUES MÁS (Jn 8,11), y ellos lo entendían muy bien, y tenían Mi gracia para salir de su situación de pecado.  Ahora es lo mismo, no deben vivir en pecado ni ir a recibirme en la comunión si están en pecado. Por tanto pastores, si no adoctrináis conforme Mi doctrina, seréis reos de los pecados de quienes se acerquen a vosotros si no los instruís adecuadamente.

Vosotros no sois quienes para quitar o poner. A quienes retengáis sus pecados, retenidos quedaran y a quienes se los perdonéis, perdonados quedaran en el Cielo (Jn 20,23) pero siempre que os valgáis para ello de Mi doctrina y del Magisterio de la Iglesia, porque entonces sería un caos en Mi Iglesia si cada cual hace o deshace según sus criterios y no los Míos. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.


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