Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

3 de agosto de 2015

DEBÉIS DE LUCHAR CONTRA TODO TEMOR



Alma Mía, nada debe turbarte mientras vivas configurada Conmigo, aunque aparentemente parezca que las cosas te salen mal. Nunca nadie lamentó nada viviendo en unión Conmigo, porque Yo Soy la Verdad y la Vida en plenitud y nunca puedo contradecirme a Mí Mismo. Yo, Jesús, os hablo.

El miedo no es cosa Mía, porque las almas al único miedo que deben de temer es al de caer en el pecado. Pero si viviendo una vida de rectitud teméis algo, debéis reforzar vuestra oración y confianza en Mí. Quien permanece en Mí da mucho fruto (Jn 15,5). Yo, Jesús, os hablo.

¿Cuántas veces he de repetir lo mismo? Yo os soporto porque Mi paciencia no tiene límites, y porque conozco muy bien la condición humana y vuestras carencias, pero hijos, vosotros debéis de luchar contra todo temor, contra todo aquello que quiere ponerme a Mí como un Juez duro y que no os deja pasar ni un fallo. Yo veo vuestras intenciones y el nivel de culpabilidad que tenéis en las cosas que no os salen bien, pero también veo el esfuerzo que pusisteis y el celo apostólico, y si os faltó esfuerzo o amor, es justo que las cosas no salgan perfectas, pero si poniendo el cien por cien de esfuerzo y amor, aun así no os salieron perfectas, no os tenéis que preocupar, porque Yo empleo todos los contratiempos como abono poderosísimo para Mis asuntos, que brillarán y florecerán cuando Yo vea el momento oportuno.

Vosotros hijos, preocuparos de confiar ciegamente en Mí, aunque todo parezca oscuro y fracasado. El éxito de una Obra, de algo emprendido por Mi amor, lo doy Yo, no es cosa vuestra, porque vosotros sois simples y limitados instrumentos y nada más. Yo, Jesús, os hablo.

Acudid a los santos que pasaron su noche oscura y que tuvieron tantas batallas que librar para conseguir todo conforme Yo se lo inspiré. El resultado final es el que vale, aunque para llegar a la meta idealizada, tengáis que pasar por cientos, ¡miles! de vicisitudes. Yo, Jesús de Nazaret, os hablo y os bendigo. Mi paz a todo aquel que Me ama.


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