Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

11 de junio de 2017

DEBÉIS DE SER ALMAS ESPIRITUALES Y DE ALABANZA A DIOS



Hijos de Dios, la alabanza a Dios es muy importante que la hagáis porque toda la Santísima Trinidad está siendo muy blasfemada incluso por los niños. Yo, Jesús, os hablo.
 
Debéis proponeros hacer actos de alabanza y de bendiciones hacia Dios. Es bueno y necesario la reparación pero también la alabanza y si juntáis reparación y alabanza todavía es mejor. Debéis de compensar todo el odio y la ingratitud de tantas almas que Nos odian (a la Santísima Trinidad) sin motivo alguno y sin conocimiento alguno de lo que Somos. Si insultaran a vuestra madre biológica o a vuestros hijos o  familiares os dolería mucho y os irritaríais, mucho más si ellos son buenos. Pues bien, Nosotros en el Cielo queremos reparación y alabanzas por todo lo que recibimos que son fruto de las sugerencias demoniacas que tienen agarradas a tantas almas. Yo, Jesús, os hablo.

Quien no vive la vida del espíritu y sólo vive la del mundo, no crecerá en virtud, porque el espíritu es el que recibe la gracia de Dios y ésta es la que transforma el ser de la personas. Debéis de ser almas espirituales, almas de oración y de alabanza a Dios, porque el Maligno ya se encarga de meteros la cizaña y hacer de vuestros criterios un mar de ingratitudes, de indiferencia y en muchísimos casos de blasfemias.

Normalmente no se blasfema contra dioses que os son desconocidos o que se sabe que no existen, pero sí blasfeman contra la Santísima Trinidad o contra la Virgen, los Ángeles y los santos y eso es un pecado gravísimo propio de personas que pertenecen -sin ni siquiera ellas saberlo- a Satanás. Por tanto hijos, sed consecuentes y haceros más espirituales. Bendecid a Dios, alabadlo constantemente ¡Qué fácil es ir por la calle diciendo alabanzas a Dios! Esto irrita al Maligno y lo aleja de vosotros. No digáis nunca blasfemias ni nada negativo de la Santísima Trinidad delante de los niños, porque eso se les queda grabado a los pequeños y aunque no saben discernir la malicia de estos pecados ellos los imitan y creen que si los dicen sus progenitores no es cosa mala. Yo, Jesús, os hablo.

Sed pues personas con lengua recatada y prudente, no os volváis contra quienes un día os juzgará. Tratad de hablar con moderación y pureza en vuestras conversaciones, sin atacar ni insultar a nadie, pero mucho menos a Dios Santísimo, porque a Dios nada se le escapa y todo lo tiene en su presente que es eterno. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.








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