Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

17 de febrero de 2017

¡QUE POCO SABÉIS DE LOS GOZOS DEL ESPÍRITU SANTO!




Hijos Míos, oigo vuestras plegarias que Me llegan al Corazón y Me lleno de dolor de ver lo desviados que vais. Yo, Jesús, os hablo.

Me pedís de todo, absolutamente de todo menos por la salvación de vuestras almas. Me pedís trabajo, salud, aprobar en los exámenes, y sí, todo eso está bien y no os lo reprocho, pero ¿quién Me pide santidad, virtud o la salvación de las almas? Solo unas cuantas ancianitas en el ocaso de su vida y que muchas de ellas ni siquiera están bien confesadas porque tienen pecados de su juventud adosados en el alma que no han confesado ni reparado. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, que mal guiados vais por los caminos de Dios. El cristianismo es ser de Cristo e imitarlo, darle gloria y no pedirle de todo menos la santidad. Qué pena Me dais ver lo extraviados que vais, lo equivocados, y lo peor es que así educáis a vuestros hijos y le metéis el espíritu del mundo que quieren de todo menos sacrificio y esfuerzo. Buscad hijos, buscad el Reino de Dios, buscad haced Mi santa voluntad y todo lo demás se os dará por añadidura (Mt 6,33) Pero vosotros buscáis primero tener el bienestar asegurado, que no os falte la nómina, que no os falte la salud, que no os falte la felicidad, felicidad del mundo totalmente engañosa, ¡que poco sabéis de los gozos del Espíritu Santo! porque si lo supierais pediríais una y otra vez que os de al Espíritu Santo para el bien de vuestras almas y de vuestras familias. Yo, Jesús, os hablo.

Tenéis hijos y pedís para ellos porque se coloquen, porque tengan suerte en la vida, porque sean reconocidos en la sociedad, y no es que eso Me parezca mal, no, pero casi nadie Me pide porque sean honrados, porque sean auténticos cristianos y porque les aumente la fe que muchos de vosotros y vuestros hijos la tenéis en mínimos, en bajo cero, y la podéis perder de un momento a otro.

Consentís que vuestros hijos ya no se casen. Se juntan y todo os parece bien y asentís en ello. Pero hijos ¿qué os pasa? Yo os pediré cuentas de todo y hay pecados de omisión que muchísimos tenéis y no los confesáis. Por tanto, analizaros interiormente y ved si vivís conforme Mis leyes y conforme la doctrina que Yo os traje, porque si no es así, no vais bien orientados y podéis perderos eternamente. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.






 

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