Hijos Míos, de nuevo Me comunico con vosotros porque
aunque a veces Mis silencios sean prolongados, os tengo siempre presente en Mi divino
Corazón. Yo, Jesús, os hablo.
Pero tengo que aleccionaros y deciros que a veces vais
por caminos errados, y Yo deseo que enmendéis esos caminos errados para que
Satanás no os venza si se lo ponéis tan fácil. Muchos pensaréis que caminos son
esos, y cada uno lo tiene que averiguar a través del contacto Conmigo en la
oración o leyendo Mi Palabra que es Palabra de Vida Eterna. Podéis también
exponer vuestros pasos a un sacerdote que sea rigurosamente cumplidor de Mis
leyes, pues no todos los sacerdotes lo son. Algunos se pasan algunas normas y a
Mí eso no Me gusta, porque luego las pagaran en el Purgatorio.
Eso no quiere decir que sus Misas no valgan, si las hacen
tal y como están establecidas, sí valen, pero si las celebran añadiendo o
quitando a su antojo, entonces tened cuidado de lo que os dan, porque lo mismo
que en los alimentos miráis la fecha de caducidad y no compráis cualquiera por
barato que sea, lo mismo en las cosas espirituales no se deben añadir ni quitar
nada de lo que el Magisterio tiene establecido. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos, vosotros mismos debéis estar instruidos
adecuadamente a base de leer libros que durante muchos años, hasta siglos,
fueron alimento de las almas. Ahora algunos libros que editan están cargados de
herejías, acomodados al mundo y no a Mi doctrina, y aunque parezcan buenos,
tened cuidado del alimento que dais a vuestras almas, no vayan a estar
contaminados o manipulados. Estáis viviendo en una época muy difícil y que no
favorece para nada a la fe cristiana. Los gobiernos, las leyes, la moral, la
firmeza, la honestidad, todo se está transgrediendo y haciendo de estas normas
un desastre total y, esto sucede en casi todas las Naciones. La solución es ser
muy fieles a vuestros compromisos espirituales, no omitáis ningún día el
cumplirlos. Porque si un día lo dejáis al siguiente diréis que por otro día más
no pasa nada, y así, muchas personas se han perdido por desidia y por engañarse
a ellas mismas.
¿Acaso dejáis de cobrar algún mes? Sois fieles a la
nómina porque os hace falta para los pagos y cargas familiares, pues más falta
os hace que seáis fieles a lo que os habéis comprometido con Dios y no dejar
ningún día de cumplirlo, excepto en fuerzas mayores, pero nunca omitirlos por
comodidad ni siquiera por cansancio. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
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