Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

27 de noviembre de 2015

LAS BATALLAS DEBEN GANARSE CON LA VIRTUD



Hijos Míos Yo, Jesús de Nazaret, el Hijo del Altísimo, lo puedo todo, y deseo amorosamente que Mis ovejas sean felices según disponga Mi voluntad. Yo, Jesús, os hablo. 

Nada Me duele más que ver un alma angustiada, frustrada, insegura, desdichada. Porque Yo hijos no he venido para que seáis desgraciados, sino para que seas felices en Mí y cumpliendo en todo Mi voluntad, porque solo Mi voluntad os puede dar esa realización y satisfacción interior y exteriormente. Yo, Jesús, os hablo.

La desdicha y la desgracia son frutos del pecado y del mal que permitís que entre en vuestras vidas. Debéis vivir vigilantes y ser muy acérrimos  para evitar que entre en vuestros corazones ninguna clase de mal, porque si ese mal se asienta en vosotros dará sus frutos, frutos de amargura y desolación, por eso, lo mismo que de una siembra se quitan las malas plantas, los abrojos y todo lo que entorpezca a su crecimiento y buenos frutos, así vosotros debéis desechar  y sobre todo impedir, que el mal entre en vuestras vidas bajo ningún aspecto. Yo, Jesús, os hablo.

Si sabéis que discutiendo con vuestro esposo o esposa os ponéis en situación de romper un matrimonio, de escandalizar a los hijos, de quitaros la paz, no discutáis, simplemente si tenéis que hablar para aclarar las cosas, hablad con serenidad y sin ira, porque todo lo que sea defender la verdad, la verdad que a Mí Me dará gloria y a vosotros os ayudará a crecer en santidad, Yo, Jesús, os daré Mi gracia. Pero si antes de empezar una conversación ya estáis  encendidos en ira, ese diálogo terminará muy mal para las dos partes. Yo, Jesús, os hablo.

Os hace falta vivir más en Mi compañía, relacionaros más Conmigo que Soy Amor, manso y humilde de Corazón. Yo padecí las peores injusticias que nadie haya padecido, las mayores mentiras se cernieron sobre Mí y acepté todo para que vosotras, almas queridas, seáis luego reflejos Mío en semejantes situaciones y no os dejéis invadir por la ira y la soberbia, ambas, malas consejeras. Eso no quiere decir que no os defendáis de lo que os acusan, quiere decir que las batallas deben ganarse con la virtud y no con la discusión subida de tono, de forma que las cosas empeoren más de lo que estaban antes de empezar. Esto hijos va también para los problemas que tengáis en los trabajos, en las familias, en las comunidades y demás. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.






22 de noviembre de 2015

MUCHAS VECES OS SUCEDEN COSAS EN LA VIDA PARA QUE NO OS APEGUÉIS A NADA



Agobiantes serán los momentos que muchas almas van a padecer al ver flaquear su economía, su profesión y todo el bienestar social en el que se encuentran inmersos. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, ¿cuántos momentos al día empleáis en darme gracias? Muchos vivís mejor que los maharajás y pasáis la vida entera sin dedícame un solo instante a darme las gracias por lo que os he proporcionado. ¿O de verdad creéis que todo es fruto de vuestra inteligencia y bien saber hacer? Recordad el salmo (Sal 126) si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles. Recordad Mis palabras sin Mí nada podéis hacer (Jn 15,5). Por tanto hijos, sed agradecidos con vuestro Padre Celestial y poneos aunque sea un instante a darnos gracias, porque a Mi Padre y a Mí nos gustan que seáis agradecidos y es un deber que tenéis para con Nosotros. Yo, Jesús, os hablo.

Muchas veces os suceden cosas en la vida para que no os apeguéis a nada, pues lo terrenal, en el mundo se queda, y debéis elevar vuestro espíritu hacia lo celestial que es eterno. Alzad hijos la mirada al Cielo y empapaos bien de que existe, y de que es la morada que os tenemos preparada después de esta efímera vida. Desead llegar a esa morada sin apegaros a las cosas de la Tierra, para que podáis cuanto antes entrar en ella, si estáis desprendidos totalmente de todo lo terreno, ya que al desprenderos no ponéis en ellas vuestro corazón. Yo, Jesús, os hablo.

Desprenderse o despegarse, porque Yo comprendo que necesitáis cosas para vivir, pero necesitarlas no quiere decir que os apeguéis, sino que las empleéis como herramientas de vuestra existencia, como es el coche, el tfno. u otra cosa. Hijos, que vuestro corazón se apegue a las cosas de Dios para que deis frutos de santidad. Si se apega a cosas terrenales dará frutos terrenales, por eso, os lleváis a veces tantos disgustos cuando se os estropea algo que utilizáis normalmente como herramientas de vuestra existencia, porque estáis apegados a ellas. Yo, Jesús, os hablo.

Cada época tiene su forma de vivir. En esta época la tecnología la usáis para mejor trabajar, pero una cosa es servirse de ella para vuestras necesidades laborales y personales y otra muy diferente apegarse, por lo que de vez en cuando también podéis ayunar de televisión, ordenador o móvil. Yo, Jesús os hablo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.










17 de noviembre de 2015

AÚN VEREIS COSAS PEORES



Hijos Míos, sé que estáis abrumados por los últimos acontecimientos y que muchos estáis sufriendo por ellos, pero hijos, no os olvidéis que Yo Soy el Hijo de Dios Altísimo y que todo el Infierno y todo el mal del mundo condensado, no podrán vencerme. Yo, Jesús, os hablo.

El mal hace mucho ruido y asusta y parece que vence, pero no hijos, no, no vencerá el mal, solo sirve para apartar a aquellos que no son de Mi rebaño, que no creen en Mí ni Me tienen fe (1), porque aquel que no Me ama se asusta y piensa que he perdido, pero no hijos, no, Yo gano siempre, incluso cuando el mal está en todo su apogeo, porque Yo también Soy de este Planeta y os amo, y amo a Mi creación y a Mi redimidos, pero aquel que no quiere nada Conmigo, Yo lo respeto y no lo fuerzo a venir a Mí, porque Yo deseo “voluntades libres” y no amilanadas por la amenaza y  el miedo. Yo, Jesús, os hablo.

Si queréis ayudar en tanto mal, venid a Mi Sagrario y exponedme todos vuestros miedos y pesares. Yo os escucho y os doy la fuerza necesaria para que sigáis adelante en Mi amor y no desfallezcáis. Aún veréis cosas peores que los últimos acontecimientos, algunas os tocaran de cerca, pero tened fe en Mí, porque es la Vida Eterna la que importa y esa nadie os la puede arrebatar si Me sois fieles en las duras como en las maduras, en el mal como en el bien. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, volcaos en la oración, en Mi Santa Madre, en las penitencias. Vuestros hermanos atacados (por el terrorismo) sufren por el mal que les han hecho y les hacen. Ofreced por ellos lo que os gustaría que os ofrecieran a vosotros en su lugar y no perdáis la paz, porque Yo estoy con vosotros.

Haced vuestros compromisos espirituales con más fervor y más amor. Reconoceos pecadores ante Mi presencia. Pedid perdón por vuestros pecados e imperfecciones e invocad a vuestros Santos Ángeles custodios y a San Miguel Arcángel. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.

(1) Quien cree de verdad en Cristo todo el mal del mundo no lo aparta de Él, quienes tienen una fe débil, con cualquier circunstancia la pierden.