Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

29 de mayo de 2018

MUCHOS CATÓLIOS NO SABEN NI SIQUIERA QUIEN ES LA SANTÍSISMA TRINIDAD


Alabado sea Dios. Hijos Míos, habéis celebrado el día de la Santísima Trinidad, pero muchos católicos ni siquiera saben quienes somos. Yo, Jesús, os hablo.

Hay católicos con una formación tan rudimentaria que lo más elemental de la fe católica no lo saben y, aunque hayan oído hablar de ello no sabrían explicarse, porque no tienen interés ninguno ni en formase ni en aprender. Por eso hijos, recordad que la fe hay que vivirla y trasmitirla. Que no podéis  mandar a los niños a las catequesis y dejar de hacerlo cuando hacen la Primera Comunión, porque llegan a adultos con criterios mundanos nada más y no saben ni siquiera lo más elemental de la fe católica. Yo, Jesús, os hablo.

Os pediré cuentas de todo esto que son pecados de omisión, porque lo mismo que dais a vuestros hijos el alimento corporal y si no lo hicierais pecaríais, lo mismo tenéis que procurar darle el alimento espiritual para que su fe crezca y no se muera, y para que lleguen a adultos con un mínimo de formación espiritual, por tanto, tomad esto que os digo con interés porque hablo muy en serio y estoy muy disgustado.

Quien tiene hijos debe formarlos en la fe católica como hacen otras religiones que los forman en sus creencias, aunque no sean las verdaderas y, vosotros que poséis por Mi gracia la verdad de la fe católica, abandonáis a los niños a su suerte y así os salen luego los hijos, drogadictos, agresivos, mundanos, alcohólicos, promiscuos y más. Yo, Jesús, os hablo.

Lo mismo que los mandáis a la escuela para que sean personas de provecho, debéis mandarlos a las Parroquias para que tengan verdadero conocimiento de su fe y, Mi Santo Espíritu les irá ampliando los conocimientos para que entiendan y crezcan en la misma. Y vosotros párrocos, coged a catequistas que sepan verdaderamente instruir porque algunas catequistas no lo hacen. Los catequistas tienen que ser instruidos primero ellos, porque están en criterios engañosos y erróneos, de la verdadera doctrina católica. No digáis que no os advierto. Así que hijos, formad bien a vuestra prole y no dejéis de hacer lo que os digo. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.










15 de mayo de 2018

PADRES, ENSEÑAD A VUESTROS PEQUEÑOS A IR A VISITARME AL SAGRARIO


Hijitos de Mi divino Corazón. Que afanados estáis siempre en tener buena figura, en vivir en bienestar, en tener compromisos con amigos y familiares para ir de comilonas, para ir de copas, como vosotros decís. Pero que abandonado Me tenéis a Mí que Soy todo Amor y que intercedo por vosotros a Mi Padre Eterno y no dejo de hacerlo ni un instante. Yo, Jesús, os hablo.

No es que sean malas esas cosas, pero son muy frívolas y debéis también de emplear vuestro tiempo en darme culto, porque es un bien muy grande que llegará a vuestras almas. Vivís días y días sin pensar en Mí, ignorándome, como si fuera un personaje de la Historia que haya vivido y se haya muerto y nada más. Pero hijos, Yo estoy vivo en el Sagrario, en el Santísimo Sacramento del Altar y parece como si el adorarme solo fuera cosa de monjas, frailes y ancianos. Yo, Jesús, os hablo.

No sabéis bien la de gracias que os perdéis no queriendo acudir a Mí, porque Yo nunca Me dejo ganar en generosidad y doy el ciento por uno. Pero a vosotros los jóvenes a quienes muy especialmente va este mensaje, pasáis de Mí y hasta os avergüenza sólo el pensar hacerme una visita en el Sagrario. Lo que estáis sembrando es lo que recogeréis, porque si bien Soy misericordia y salvo mucho por Mi gran misericordia, los méritos que perdéis ya no los podréis recuperar, pues debéis de darme adoración, ser agradecidos y no ignorarme, ya que todo eso son semillas que os llenarán de gracias, empezando por aumentaros la poca o débil fe que tenéis. Yo, Jesús, os hablo.

Padres, enseñad a vuestros pequeños a ir a visitarme y, aunque solo Me digan un Padrenuestro, poco a poco irán aumentando y tendrán la necesidad de decirme o rezarme cada vez más. Pero los padres llevan a sus hijos a toda clase de actividades menos al Sagrario y eso es un error, porque crecen en un ambiente de frivolidad y en muchas ocasiones de pecado. Yo, Jesús, os hablo y os advierto.

Sed personas de oración, de fe, de santidad. Al Cielo no entran los que están en pecado, aunque solo tengan un pecado mortal, entran los que viven conforme a Mis leyes y, si bien no siempre lo consiguen, al menos ponen todo su empeño en conseguirlo. Así que hijos, no perdáis más el tiempo e iniciad una vida espiritual. Empezad aunque solo sea rezando un Padrenuestro y Avemaría diarios, veréis como poco a poco Mi Santo Espíritu os irá pidiendo más y dándoos las gracias para que lo cumpláis. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.









9 de mayo de 2018

SEGUID ORANDO POR TODAS ESAS COSAS QUE SON SANTAS QUE AL CIELO LLEGAN VUESTRAS ORACIONES


Hijos de Mi divino Corazón, todos vosotros y vuestras familias estáis en Mis miras, pero Me agrada sobremanera que os pidáis oraciones mutuamente, porque Yo deseo que todos practiquéis de una forma u otra la caridad. Yo, Jesús, os hablo.

Muchos tenéis familiares alejados de la Iglesia, otros los tenéis enfermos, otros los tenéis poseídos, pero no por eso Yo dejo de miraros, porque veo el sufrimiento que sobrelleváis y lo empleo en otras almas que están a punto de condenase. Me agrada que recéis unos por otros, esas oraciones sin ningún ánimo de recompensa, altruistamente, son oraciones muy valiosas, porque muchas veces no conocéis ni siquiera a las personas  por quienes rezáis, pero Yo hijos sí que las conozco y vuestras oraciones llegan a ellas. Yo, Jesús, os hablo.

Tened paciencia en las cosas que Me pedís, todo tiene su momento, pero no se pierde ni una oración. Yo todo lo empleo en lo que Me pedís y lo uno a Mis méritos para que la oración tenga más poder, pero solo Mi Padre y Yo sabemos el momento en que esa oración será efectiva para el fin que pedís. Recordad a santas que siendo madres por sus continuos rezos convirtieron a sus hijos y esposos. Sé que muchos sufrís por vuestros familiares, pero una oración y otra y otra, no se pierde nunca en el alma para quien va dirigida. Porque además hijos Míos, lo que vosotros Me pedís Yo lo deseo. ¿Cómo no voy a querer la paz en vuestras familias? ¿Cómo no voy a querer la conversión de vuestros familiares? ¿Cómo no voy a querer que los enfermos sean aliviados? Hijos, si vosotros pedís estas cosas que son buenas, Yo Soy más bueno que vosotros y las deseo aún más, porque todo lo que sea un bien para las almas lo deseo y lo inspira Mi Santo Espíritu. Yo, Jesús, os hablo.

Os escucho cada día y a cada instante. Mi adversario os hace creer que no os hago caso, eso no solo no es vedad, sino que él siempre os engaña para que os desalentéis. Seguid orando por todas esas cosas que son santas y necesarias para la salvación de las almas, que al Cielo llegan vuestras oraciones y, cuando las hagáis todavía con más fe y humildad más eficaces son. Yo, Jesús, vuestro Redentor os hablo y os doy Mi paz.