Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

15 de mayo de 2018

PADRES, ENSEÑAD A VUESTROS PEQUEÑOS A IR A VISITARME AL SAGRARIO


Hijitos de Mi divino Corazón. Que afanados estáis siempre en tener buena figura, en vivir en bienestar, en tener compromisos con amigos y familiares para ir de comilonas, para ir de copas, como vosotros decís. Pero que abandonado Me tenéis a Mí que Soy todo Amor y que intercedo por vosotros a Mi Padre Eterno y no dejo de hacerlo ni un instante. Yo, Jesús, os hablo.

No es que sean malas esas cosas, pero son muy frívolas y debéis también de emplear vuestro tiempo en darme culto, porque es un bien muy grande que llegará a vuestras almas. Vivís días y días sin pensar en Mí, ignorándome, como si fuera un personaje de la Historia que haya vivido y se haya muerto y nada más. Pero hijos, Yo estoy vivo en el Sagrario, en el Santísimo Sacramento del Altar y parece como si el adorarme solo fuera cosa de monjas, frailes y ancianos. Yo, Jesús, os hablo.

No sabéis bien la de gracias que os perdéis no queriendo acudir a Mí, porque Yo nunca Me dejo ganar en generosidad y doy el ciento por uno. Pero a vosotros los jóvenes a quienes muy especialmente va este mensaje, pasáis de Mí y hasta os avergüenza sólo el pensar hacerme una visita en el Sagrario. Lo que estáis sembrando es lo que recogeréis, porque si bien Soy misericordia y salvo mucho por Mi gran misericordia, los méritos que perdéis ya no los podréis recuperar, pues debéis de darme adoración, ser agradecidos y no ignorarme, ya que todo eso son semillas que os llenarán de gracias, empezando por aumentaros la poca o débil fe que tenéis. Yo, Jesús, os hablo.

Padres, enseñad a vuestros pequeños a ir a visitarme y, aunque solo Me digan un Padrenuestro, poco a poco irán aumentando y tendrán la necesidad de decirme o rezarme cada vez más. Pero los padres llevan a sus hijos a toda clase de actividades menos al Sagrario y eso es un error, porque crecen en un ambiente de frivolidad y en muchas ocasiones de pecado. Yo, Jesús, os hablo y os advierto.

Sed personas de oración, de fe, de santidad. Al Cielo no entran los que están en pecado, aunque solo tengan un pecado mortal, entran los que viven conforme a Mis leyes y, si bien no siempre lo consiguen, al menos ponen todo su empeño en conseguirlo. Así que hijos, no perdáis más el tiempo e iniciad una vida espiritual. Empezad aunque solo sea rezando un Padrenuestro y Avemaría diarios, veréis como poco a poco Mi Santo Espíritu os irá pidiendo más y dándoos las gracias para que lo cumpláis. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.









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