Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

24 de febrero de 2018

AHORA VIENE SEMANA SANTA Y MUCHOS SE VAN DE VIAJE Y REGRESAN CARGADOS DE PECADOS



Hijos de Mi divino Corazón, os pido oraciones y sacrificios para muchas almas que están desamparadas, que están muy desalentadas por sus situaciones económicas, familiares y profesionales y debéis ayudarlas aunque no las conozcáis y estén en la otra punta del Plantea. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, ofreced todo unido a los méritos de Mi Santa Madre, de San José y  los Míos, porque así todo lo que ofrezcáis para ayudar a tantas almas, con nuestros méritos se valorará mucho la ofrenda.

Tratad de hacerlo en estado de gracia. Si Me pedís cosas para las almas y la vuestra esta mancillada, primero limpiad vuestras casas y después os dedicáis a otras. Hijos, si supierais el sufrimiento que hay en tantas, tantas almas, no lo podríais resistir. El mal ha tomado tanto terreno que ya ni hijos ni padres se respetan, los esposos engañan a sus esposas buscando una felicidad que no encuentran en sus casas y hasta los sacerdotes están en situación de abandonar su ministerio porque viven también su calvario en muchas diócesis por ser incomprendidos por los obispos y criticados por los feligreses.

Pero aquí estoy Yo hijos, dispuesto a tomar todo lo que Me ofrezcáis por tanta gente que sufre y que muchas son de vuestra propia familia. No perdáis la fe, Yo no Me retiro ni os abandono, sólo os hago esperar, pero os oigo y me agrada mucho cuando os dirigís a Mí pidiéndome ayuda. Sé hijos Míos que sin Mí no podéis nada (Jn 15, 5), pero Yo deseo vuestra colaboración para mayor corona para vosotros y para que comprendáis que tenéis que hacer las cosas con Dios y uníos a Su voluntad, ofreciéndome la vuestra. Yo, Jesús, os hablo.

En todas las épocas ha habido mal y lo habrá, pero en esta el mal está reinando a su anchas porque nadie reza por vencerlo, nadie reza por nadie, todo se ha quedado en bienestares caseros, tener hogares cómodos y ver la televisión sin que nadie os moleste. No queréis oír estas cosas, ni menos aún saber que existen, sí hijos sí, tenéis que colaborar con lo único que ahora podéis, la oración y el sacrificio. Ahora viene Semana Santa y muchos se van de viaje y regresan cargados de pecados. Sin pensar ni un momento en Mi Pasión, sin oír Misa ni asistir a los oficios, comulgan (si asisten) en pecado mortal. ¡Cuánto gozo le dais a Mi adversario con vuestras actitudes pecaminosas! Y ¡Cuánto dolor a Mi Santa Madre por vuestra forma de ser! Por tanto hijos, tomaros muy en serio este mensaje, que Yo no os pido cosas imposibles ni siquiera costosas y los primeros en beneficiarse de ellas seréis vosotros y vuestras familias. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.








18 de febrero de 2018

EL CAMINO QUE HABÉIS ESCOGIDO ES UN ATAJO PARA EL ABISMO INFERNAL




Hijos Míos, estáis viviendo en la Cuaresma y para muchos es lo mismo que si vivierais en una feria. Yo, Jesús, os hablo.

No hay reconversión alguna, no hay esfuerzo por sacrificaros un poco, no hacéis ni oración ni penitencia, porque lo único en que  pensáis es en los días libres que os dan en Semana Santa para iros de viaje de placer y olvidaros totalmente de los misterios divinos. Yo, Jesús, os hablo.

Muchos Me volvéis a crucificar con estas actitudes porque sabéis Mi doctrina, Mis milagros y Mi Resurrección, pero aun así pasáis de Mí y Me ignoráis cada día. ¿Y decidme? ¿Qué debo hacer con vosotros?... Luego Me pedís gracias y las detengo y no lo entendéis, queréis tenerme a vuestro antojo como a un criado que os sirva según vuestros deseos, pero sin darme ningún reconocimiento, ¡ninguno!

Todo esto también aflige a Mi Santa Madre que os ve como vais directos por el camino de la perdición y, lo peor de todo es que así educáis a vuestros hijos, en esa apostasía total de no hablarles de Mí ni de Mis misterios, ni siquiera de Mi existencia. Yo, Jesús, os hablo.

El que no quiere nada con Dios en esta vida, tampoco lo tendrá en la otra. Por eso hijos, reconsiderad vuestras acciones exentas de espiritualidad, algunas hasta animalizadas, porque solo vivís para el placer, el vicio, la comida o la bebida y reflexionad que el camino que habéis escogido os lleva directamente y es un atajo para el abismo infernal. Yo, Jesús, os hablo.

No Me gusta hablaros tan duro, pero si no lo hiciera luego Me reprocharéis que nadie os avisó de lo que os esperaba, pues ved que os aviso Yo Mismo y, que Mi Santa Madre lo hace en sus muchas manifestaciones que suceden por el mundo y la mayoría de los que las conocen  tampoco le hacen caso, porque estáis sumergidos en una dinámica tan de placer y relajamiento que aunque se os apareciera un difundo querido vuestro, no le haríais tampoco caso.

Así que hijos, cambiad de vida, Mi gracia no os va a faltar, pero vosotros tenéis que tener la voluntad y el deseo de querer cambiar. Sé que os va a costar pero no tanto como creéis porque es lo mismo que cuando empezáis a aprender a conducir o a andar en bicicleta, da la sensación que nunca vais a poder dominar el coche, y sin embargo, en poco tiempo salís hechos unos buenos conductores. Pues lo mismo en la vida espiritual, os costará al principio pero poco a poco iréis tomando las buenas costumbres que os propongáis y aparte de que Mi gracia no os va a faltar, vosotros os iréis acostumbrando a ellas y cada vez os costará menos cumplirlas. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.