Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

28 de septiembre de 2015

NADIE SE CREA INCAPAZ DE SALVARSE, PORQUE AUNQUE ES IMPOSIBLE PARA EL HOMBRE NO LO ES PARA DIOS


Las gracias que Dios da para el alma son dones sobrenaturales que ayudan a la santidad y a vuestra salvación eterna. Yo, Jesús, os hablo.

Nadie se crea incapaz de salvarse, porque aunque es verdad que es imposible para el hombre, no es imposible para Dios (Mt 19,26), y Dios da a cada uno según su estado y necesidad las gracias necesarias para santificarse, vencer las tentaciones y salvarse, aunque el hombre tiene que tener la voluntad y deseo de salvarse y poner de su parte. Cada persona según su estado, capacidad y sexo, recibe las gracias necesarias para su peregrinaje hacia la Vida Eterna. Yo, Jesús, os hablo.

Dios no se las niega a nadie, pero las personas deben colaborar con Dios siendo fieles a la gracia y tratando de hacer en todo momento Su voluntad y no solo a ratos. La santidad consiste en eso, en hacer en cada instante la voluntad de Dios, aunque sea contraria a la voluntad propia. Solo Dios que es Padre amoroso, sabe perfectamente lo que os conviene y lo que no, y El sería un tirano si no os ayudase con la gracia divina, pues sabe que vuestra naturaleza está dañada por el pecado original, inclinada a la concupiscencia y al mal. Yo, Jesús, os hablo.

Pero Mi enemigo mortal os presenta la salvación como una carga penosísima a la que no podéis vencer, y nada más lejos. Mi yugo es suave y llevadero (Mt 11,30) y suplo allí en donde el alma no alcanza. Todas las personas tienen la gracia de estado según su vocación y su profesión, y para la que reciben también gracias actuales para decisiones adecuadas según la ética y moral cristianas. Porque en todas las profesiones se puede honrar a Dios si se cumplen según las normas morales y cristianas. Yo, Jesús, os hablo.

Satanás es el padre de la mentira y os pone ideas negativas para que no os santifiquéis, pero si por un momento contemplarais el Infierno, quedarais horrorizados de lo que espera a aquellos que voluntariamente rechazaron la gracia de Dios. Y al rechazar una gracia, pierden otra, y otra, y otra, porque su endurecido corazón no las deja penetrar para que se santifiquen, y de eso se encarga con alevosía Mi enemigo mortal, de meteros el miedo y el desaliento y de haceros tropezar una y otra vez.  Hijos, acudid a Mi que os amo con un amor inigualable y que deseo que os salvéis para teneros eternamente Conmigo y Mi Santa Madre. Yo Jesús, os hablo y os instruyo.






23 de septiembre de 2015

NADIE QUEDÓ DEFRAUDADO QUIEN ACUDIÓ AL CORAZÓN INMACULADO DE MI SANTA MADRE



Nunca nadie quedó defraudado quien acudió al Corazón Inmaculado de Mi Santa Madre. Yo, Jesús, os hablo.

Hay quienes ignoran esta poderosa Mujer que ama a la Humanidad con el mismo amor que Yo la amo, que desea ardientemente que todas las almas se salven, que es sensible a las dolencias físicas de cada persona y que desea y espera que todas las almas acudan a Ella. Yo, Jesús, os hablo.

Ella Me ama como nadie jamás Me ha amado, porque nadie como Ella comprendió el misterio de Cristo, y por amor a Mí y por el deseo de que no se pierda Mi Redención en las almas, Ella desea que os acojáis a su Corazón para llevaros a través de Él a Mi divinidad. Por tanto hijos, aprended esta lección y ponedla en práctica. La Virgen Santísima, Madre de las almas y Reina de los Ángeles, desea haceros todo el bien posible en el cuerpo y en el alma, y para ello espera vuestras disposiciones y vuestra disponibilidad, y si Ella os dice: Haced lo que Mi Hijo  os diga, Yo os digo: Haced lo que a Ella le honre y le haga feliz, porque lo que le pase a Ella a Mí Me pasa y lo que Ella sufra Yo lo sufro, porque somos dos corazones que laten al unísono ante el Padre Celestial. Yo, Jesús, os hablo.

No tengáis reparo de darle a Mi Madre vuestro tiempo, vuestro amor, vuestra disponibilidad, porque Ella jamás os pedirá ni os inspirará nada que vaya en Mi contra ni nada que mengue Mi gloria. Ella siempre os inspirará aquello que a Mí Me de gloria, porque es su mayor deseo como buena y santa Madre, que su Hijo divino sea amado con ardiente amor. Yo, Jesús, os hablo.

Si Mi Madre viviera en la Tierra, cuantos invertirían sus ahorros y su tiempo en ir a visitarla en persona. Ella está viva en el Cielo, ya está resucitada y Ella donde le recéis, recibe vuestras súplicas y oraciones y las aplica a vuestras intenciones que la primera de todas debe ser desear ser santos y salvaros. Yo, Jesús, os hablo.

Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree, lo propaga y lo pone en práctica.






16 de septiembre de 2015

ENGAÑÓ LA SERPIENTE A EVA Y A TRAVÉS DE ÉSTA A ADÁN Y ESO SIGUE REPITIÉNDOSE


No hijos, no. No os conforméis con cualquier alimento que os den aunque os lo de una gran autoridad. Sed fieles hijos al Magisterio de la Iglesia y a vuestra conciencia, porque vosotros sabéis muy bien lo que está bien y lo que no lo está, y vuestras conciencias son guías efectivos que os dicen lo que hacer y lo que no. Yo, Jesús, os hablo.

Engañó la serpiente a Eva y a través de ésta a Adán y eso sigue repitiéndose. Como Eva amaba a Adán y  él lo sabía, creyó en lo que le dijo, pero debió pensar y discernir lo que Eva le decía, pidiendo luz al Cielo antes de tomar una decisión.

No seáis como borreguitos que os dicen por aquí y vais por ahí, y os dicen por allá y vais por allá. No hijos, que Yo a cada alma asisto junto con Mi Santo Espíritu para que sepa que decisiones tomar con respecto a su salvación. Por eso, pensad y orad antes de tomar decisiones, porque a cada cual se le pedirá cuentas y no valdrá decir como Eva: la serpiente me lo dijo. No valdrá decir este cura me lo dijo, o este obispo me lo aconsejó, vuestra santidad debe ser impecable y asunto vuestro, porque aquel que no os asesore conforme a Mis leyes y Magisterio de la Iglesia, es veneno que echaréis en vuestra alma si seguís sus consejos. Yo, Jesús, os hablo.

Responded valientemente al mal que os acecha. No tengáis miedo y confiad en Mí, pero tened el deseo auténtico de seguirme y de ser fiel a Mi doctrina, y todo lo que no encaje con ella NO VIENE DE MI, porque Satanás también quiere engañar a los eruditos, a las autoridades eclesiásticas,  a todo el que pueda con tal de que Mi doctrina y Mi Iglesia se hundan. Más oración y sacrificios necesitáis en vez de tantos comentarios. Luz, hijos, tenéis que pedirme y fortaleza, y veréis como Yo no os niego lo necesario para vuestro bien y santidad. Yo, Jesús, os hablo.

Así pues, no corráis en tomar decisiones que puedan ser perjudiciales eternamente, Venid a Mis pies en el Sagrario y pasad ratos Conmigo para que os acostumbréis a Mi lenguaje y se os abra el entendimiento. Yo, Jesús, os hablo y os aviso. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.








7 de septiembre de 2015

NO AMBICIONÉIS TAN AFANOSAMENTE BIENES TERRENALES NI OS APEGUÉIS A ELLOS


Hijos Míos, no ambicionéis tan afanosamente bienes terrenales, ni os apeguéis a ellos quienes los tienen de toda la vida, porque ellos no os abrirán las puertas del Cielo. Yo, Jesús, os hablo.   

No son las riquezas las que os abrirán las puertas del Cielo, no sucede en lo alto como aquí abajo, que cuanto más tenéis mejor mirados sois. En  el Cielo el desprendimiento, la humildad, la pobreza voluntaria o aceptada, el sacrificio, la incomodidad, son llaves que os abren las puertas del Cielo junto con el alma libre de pecados graves. Porque si sois muy desprendidos pero no limpiáis vuestra alma de pecados graves, entonces hijos, vuestro desprendimiento no tiene el valor que tendría con el alma libre de pecados graves. 

Parece como si los Mandamientos fueran leyes que ya están desfasadas, ¡y no! ellos siempre estarán vigentes, y bien os dicho varias veces, que no podéis saltaros ni uno solo. Así que hijos, predicad las virtudes que os he dicho de pobreza, humildad, desprendimiento y otros, pero con el alma limpia de pecados, y si caéis una y otra vez, una y otra vez debéis levantaros y lavaros en el Sacramento de la Confesión. Esto va también para los sacerdotes, que muchos son culpables del mal estado de algunas almas, por lo que las confunden y por ser tolerantes con ellas allá donde no deberían serlo. Por tanto, sacerdotes, laicos, el alma para que no esté muerta espiritualmente debéis de lavarla de pecados que anidan en ella y que no vais a confesaros. Yo, Jesús, os hablo. 

Yo no morí en una Cruz a base de tormentos para que ahora hagáis de las leyes divinas o de Mi doctrina lo que a vosotros os convenga. Las leyes divinas para todos son iguales y os las debéis de aplicar. Que si en esta vida os pasan por alto los pecados mortales, no os lo pasaran en la otra Mi justicia. Así pues, enmendad hijos vuestras almas y confiad en Mi misericordia cuando os llegue el momento final, pero mientras esté de vuestra parte enmendaros y lavaros de los pecados mortales, debéis hacerlo y cuanto antes. Yo, Jesús os hablo y os instruyo. 

Paz a todo que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.