Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

4 de agosto de 2016

HAY EN EL INFIERNO ALMAS QUE TUVIERON GRANDES DONES




Los dones que Dios da a algunas determinadas personas son para el bien de la comunidad y de las almas y no para intereses personales. Yo, Jesús, os hablo.

Hay quienes creen que una persona que ha recibido dones es porque tiene una avanzada virtud, y no es así. Hay en el Infierno almas que tuvieron grandes dones y no los supieron aprovechar, de ahí, que no creáis que porque una persona tenga dones y haga maravillas en la comunidad, o en su grupo de oración, o en el movimiento al que pertenezca, no por eso son personas de virtud, aunque sí es verdad que muchas lo son pero otras muchas no. Por sus frutos los conoceréis.

Toda persona que es de Dios no puede producir frutos malos, quien de verdad vive en comunión con Dios Uno y Trino no puede producir frutos malos. Los frutos son lo que Mi Santo Espíritu da a quien vive en estado de gracia y en estrecha fidelidad a Mí. Pero muchos cristianos católicos se buscan a sí mismos en todo, en sus charlas, en sus opiniones, en sus escritos, si es sacerdote en sus homilías y en sus consejos, y no hijos, no, debéis por encima de todo buscar Mi gloria y el bien de las almas, porque quien se busca a sí mismo no da frutos de Vida Eterna y la gloria que a Mí Me corresponde se la lleva él y no será su acción fructífera para su alma. Yo, Jesús, os hablo.

Os quejáis constantemente del mal tan grande que hay en el mundo, y es cierto, vosotros no veis sus dimensiones aunque muchos las suponéis. Al mal solo se le vence con el bien, y si grande es el mal debéis procurar que más grande sea el bien, y debéis hacer el bien en todo momento y en todos los lugares: en casa, en la parroquia, en el trabajo, en las amistades, en todo. La balanza del mal tiene que vencerla la balanza del bien, las devociones, la oración, la penitencia, son bienes que podéis hacer aisladamente y que Yo lo tendré en cuenta y lo aplicaré a contrarrestar el mal que hay tan grande. Todo lo que hagáis en estado de gracia tiene un valor muy grande, y todo lo que hagáis con buenas intenciones buscando  Mis deseos, Mi gloria y el bien de las almas, tiene también un valor inmenso y Yo lo bendigo con creces. Por tanto hijos, en vez de quejaros continuamente, contrarrestar tanto mal y tan inmundicia con obras buenas de caridad, de penitencia y con la oración, en vez de lamentarse tanto. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.








No hay comentarios:

Publicar un comentario