Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

14 de diciembre de 2015

DEBÉIS IMITAR MÁS Y MEJOR AL REDENTOR



Hijos de Dios, ¿sois cristianos? ¿De verdad que sois cristianos? Ser cristiano significa ser de Cristo y vosotros, hijos de Dios, sois del mundo más que de Cristo.

Ser cristiano es ser bondadoso, es dar culto a Dios, es amar al prójimo, es perdonar y olvidar el mal que os hagan, es amar incluso a vuestros enemigos. ¿Vosotros sois así? ¿Practicáis así la doctrina del Redentor? Porque si no la practicáis así, ya es hora de que empecéis a hacerlo y a tratar de que sea la base de toda vuestra vida. Yo, Miguel Arcángel, os hablo.

Estáis muy influenciados por el mundo y sus criterios, seguís los malos consejos de vuestro amor propio. Sois muy bondadosos con vosotros mismos que disculpáis vuestros fallos y a veces hasta os jactáis de ellos. Pero que incoherentes para con los demás, que pronto los juzgáis mal y lo mancháis con vuestras opiniones tan desacertadas. Debéis imitar más y mejor al Redentor que hasta en el último instante perdonó a sus enemigos. Él os adoctrinó sabia y santamente y puso en práctica una a una toda la letra de Su doctrina. Él fue el primero en cumplirla, para que lo imitaseis y os pareciereis a Él.

Por eso, hijos de Dios, no os llaméis cristianos si no sois como Cristo quiere que seáis. Decid que desearíais ser buenos cristianos pero que no lo sois, y por supuesto, para serlo poned los medios necesarios y suficientes, porque no vale oír Misa todos los domingos y luego poneros a ver películas indecentes y dañinas para vuestras almas.

Así  que hijos de Dios, examinad vuestras vidas y los pasos que dais y tomad la decisión firme y tajante de cambiar  cuanto antes, no vaya a ser que vivir en el paganismo os lleve a la perdición eterna. Yo, Miguel Arcángel, os hablo y os advierto. La paz de la Santísima Trinidad esté con todos vosotros.








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