Hijos Míos,
los poderosos de esta Tierra serán polvo muy pronto y si no se arrepienten de
sus excesos y de su perversidad, serán reos del abismo infernal. Yo, Jesús, os
hablo.
Creen
muchos de ellos que el poder y el dinero les va a hacer inmunes a Mi justicia,
la cual, está a la puerta de sus casas acechándoles. El mal que hacen a los
inocentes, a los oprimidos, a los marginados, clama al Cielo y las lágrimas de
Mi Santa Madre Me conmueven inmensamente, porque Ella suplica constantemente
por quienes están explotados y que a nadie les importa, a Ella sí que les
importa y no deja de interceder y suplicar por ellos. Yo, Jesús, os hablo.
¡Ay de
esos poderosos! sean o no sean eclesiásticos, sean o no sean católicos, sean o
no sean paganos, Mi justicia será implacable con ellos si no cambian sus
actitudes, y si ellos no hacen justicia aquí en la Tierra, el Cielo les hará justicia
en la otra vida según sus obras. Nadie crea, ni el más poderoso ni la más insignificante
criatura de este mundo que Mi justicia será burlada, porque Yo Soy el Eterno y
todas las acciones desde el principio de la Humanidad hasta el final, están en
Mi presente eterno y todo está ante Mi vista y la de Mi Padre Eterno quien está
apenado por el mal que esta creación ha expandido por el mundo entero y por las
pocas criaturas que le dan gloria y reparan tanta infamia.
Mi
Padre Me mandó bajar a este mundo para redimiros de tanto pecado y de tanta maldad,
pero Mi Pasión y Mi doctrina no a todos ha servido, porque son muchísimos los que
se han torcido y pasan de todo lo divino por comodidad, por amor al
materialismo y por el bienestar de que gozan. Y aquellos cuyos puestos privilegiados
en esta sociedad deberían de dar ejemplo, aquellos son los más corruptos y
promulgan leyes satánicas las que sumen al pueblo en la más terrible de las
oscuridades, guiándolos hacia caminos infernales, leyes como el aborto. Yo,
Jesús, os hablo.
Orad
hijos, orad y reparad el Corazón Inmaculado de Mi Santa Madre tan dolorido por
vuestros pecados y maldades. Orad por los que os gobiernan para que tengan la
luz de Mi Santo Espíritu y no promuevan leyes perversas como lo hacen. La oración
nunca se pierde si se hace de corazón y en las debidas disposiciones, no recéis
por rezar, hacedlo de corazón, con amor y con el deseo de que este mundo cambie
a mejor. Yo, Jesús, os escucho y os bendigo por ello. Paz a quien leyendo estos
mensajes los cree y los pone en práctica.
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