Hijos de Dios, nada
hay más grande en vuestra existencia que ser hijos de Dios, porque solo Él es santo y es el único
que os devolverá bien por mal. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos de Mi divino Corazón,
estáis batallando sin cesar batallas de las cuales muchas no tienen mayor
importancia. Os lleváis irritaciones por verdaderas tonterías, cosas pasajeras,
que nada tienen que ver con Mis planes, y sin embargo, desecháis lo que os
inspiro que tanto bien harían a otras almas, incluidos a vuestros familiares.
Debéis dedicar más
tiempo al discernimiento, a valorar y sopesar lo que debe secundarse y lo que
no, y lo mismo que lo hacéis en situaciones concretas y personales, en el plano
espiritual debéis saber valorar lo que es trigo de lo que es cizaña. Nunca os olvidéis
que Mi adversario no para ni un momento de meteros ideas negativas, cosas que
os quiten la paz, recuerdos ya añejos, y vosotros, os dejáis influir por estas
cosas que ya no tienen mayor importancia.
Hijos, sed más
responsables con las decisiones que toméis, sobre todo, con las que tienen que
ver con el bien de vuestras almas. Familias enteras se han roto por menudencias
que no tienen mayor importancia, y vosotros, secundáis mucho todo aquello que
os afecta a vuestro amor propio. Esto va también para sacerdotes que a algunos les
afecta mucho la actitud de algunos feligreses o de sus superiores. Hijos, que
poco os amamantáis de Mi Pasión y en las humillaciones que por vuestro amor padecí,
y que poco imitáis a Mi Santa Madre cuya prudencia y silencio eran edificantes.
Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
Queréis ser felices,
tener paz en el alma, pero luego colaboráis poco con la gracia de Dios, porque
os dejáis influenciar mucho por vuestro amor propio, por vuestra reputación que
la queréis brillante, y no hijos, no, porque no siempre se puede ganar en todos
los campos, pero si tenéis que ganar que sea en el campo espiritual, en Mis
filas, porque el campo terrenal es pasajero y no os traerá la paz y la
felicidad que tanto añoráis y que necesitáis.
Solo quien vive unido
a Mí tiene paz, pero vivir unido a Mí es caminar siempre en lo que Yo disponga.
No se trata solo de creer en Mí, sino de hacer en cada instante, EN CADA
INSTANTE, HIJOS, Mi voluntad. Vivid siempre preparados en todo momento por si
os llamara a Mi presencia, que nunca la muerte os pille desprevenidos. Pedid
perdón por vuestros pecados aunque ya sean pasados y reparad por ellos y los de
vuestra familia, porque Yo sumo y sumo todo el bien que hagáis aunque nadie más
que Yo lo vea. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo
este mensaje lo cree y lo pone en práctica.
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