Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

14 de octubre de 2017

QUE VUESTRA MIRADA SEA HACIA ARRIBA, HACIA LAS COSAS CELESTIALES



Hijos benditos de Dios, muchos de vosotros lleváis un sufrimiento inmenso por la situación de la Iglesia, de la Patria y de la sociedad en sí, y Yo os digo, que ese sufrimiento que os produce el que haya tanto desorden, discordia y tanto caos, no se pierde a los ojos de Dios y Él lo coge y lo aplica a colectivos y almas que están a punto de perderse eternamente. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

En todos los siglos Dios ha escogido a personas que padeciendo por los desórdenes de la sociedad y de la Patria ha aplicado sus sufrimientos a la misma, y aunque ellas no lo sepan, sus lágrimas y sinsabores sirvieron mucho en los planes divinos porque sufrieron de corazón, sin interés alguno por ellas mismas y con el deseo inmenso de ayudar a las situaciones caóticas que vivieron o que viven. Ello es gracia que Dios os da y sois almas escogidas para ayudar al bienestar y a la paz de la sociedad y de la Patria. No os quejéis con palabras soeces ni juzguéis a nadie, simplemente sufrid en silencio ante la mirada divina y ofreced toda la angustia que estos desórdenes os producen. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

Invocad mucho a la Santísima Virgen, Capitana y Victoriosa en muchas batallas. Sed fervientes devotos de Ella y ofrecedle novenas, Rosarios y sacrificios. Ella es la administradora del Cielo y todo se lo presenta a Dios con  Sus inmaculadas manos, y Dios lo aplica a las necesidades más urgentes que existan en esos desórdenes. Hijos, no os desaniméis, el sufrimiento es moneda de gran valor y es tan necesario para las almas como la oración, por tanto, sed generosos y ofrecedlo a Dios, no lo evadáis, no reneguéis  de él cuándo os venga, simplemente aceptadlo y ofrecedlo a Dios por el bien de la Humanidad entera. Y si esto os lo digo a vosotros los seglares, mucho más os lo hago saber a los sacerdotes porque vuestro poder ante Dios en el Cielo es inmenso si sabéis ser en esta vida otros “cristos” que acepten la cruz, la persecución y todo aquello por lo que sois atacados. Yo, Espíritu de Dios, os hablo.

El Cielo entero, Ángeles y bienaventurados están con vosotros, con todos aquellos que sufrís por los desórdenes, la apostasía, la idolatría y todo lo que no son cosas de Dios, porque hoy el poder y el dinero han reemplazado a Dios y así os va. Hijos, no pongáis vuestro corazón en cosas caducas y terrenales, que vuestra mirada sea hacia arriba, hacia las cosas celestiales y vuestras obras sean consecuentes con Dios y todo Su Magisterio y Evangelio. Yo, Espíritu de Dios, os hablo y os instruyo.









1 comentario:

  1. Anónimo20:45

    No me canso de escribir siempre lo mismo...
    Realmente es increíble la coincidencia de los escritos de este blog con las circunstanciaras de de vida en las cuales me encuentro.
    Es por ello que espero los escritos de este blog como quien espera a ese buen amigo que lo tranquiliza y le da buenos consejos.
    Que la Sangre Preciosa de De Jesus los cubra y proteja

    Soy Pablo
    De Argentina

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