Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

28 de octubre de 2018

NO SABÉIS NI EL DÍA NI LA HORA, NO OS PASE COMO A LAS VÍRGENES NECIAS


Hijos de Mi Sagrado Corazón, veo que os estáis preparando para el Aviso sin saber si muchos de vosotros viviréis, y sin saber la fecha del mismo. No es que esté mal que lo hagáis, pero viviendo en estado de gracia ya estáis preparados para todo lo que venga y para la muerte repentina. Yo, Jesús, os hablo.

Vivís sumergidos en pecados e imperfecciones de toda clase y os creéis tan buenos que pensáis que el Cielo os espera, pero hijos, examinad vuestras almas detenidamente, porque tenéis algunos todavía pecados desde la adolescencia y muchos hasta de la infancia. Anunciáis el Aviso y sin embargo algunos para entones habréis fallecido. Procurad vivir en estado de gracia con todas sus consecuencias, no os deis el gusto de nada que sea pecaminoso y aumentad si podéis y os lo permite vuestro tiempo y salud un poco más de vida de piedad, porque algunos la tenéis muy parca. Yo, Jesús, os hablo.

No anunciéis el Aviso a las almas, (muchas no lo entienden), mejor anunciadles que se confiesen en condiciones y que comulguen en las debidas disposiciones, no sabéis ni el día ni la hora de vuestra partida al Más Allá, no os pase como a las vírgenes necias que vino el esposo y las encontró sin aceite en sus lámparas (Mt 25, 1-13) Vuestro aceite debe ser la gracia divina, eso y los sacramentos. Confesad a menudo, comulgad a menudo también y, para nada dejéis la oración sea poca o sea mucha, porque sois flaqueza y como Mi adversario lo sabe, os ataca en aquello en que más vulnerables sois. No os concedáis tanto relajamiento ni tantos gustos, Mi vida fue muy dura, a veces, no comía, y Mis caminos eran muy largos y Me cansaba, pero seguía un día y otro, haciendo la voluntad de Mi Padre, porque si Me hubiera concedido dispensas, hubiera sido en detrimento de las almas y de la evangelización que traía para ellas.

Os falta mucho para la santidad, incluso a los que vivís la vida espiritual, pero aun así debéis ser perfectos en todo como vuestro Padre Celestial es perfecto, (Mt 5, 48). No os desaliente saber que la perfección de Dios no tiene límites, solo proponeros cada día venceros en tal o cual batalla que Yo os lo recompensaré, para que cada vez más tengáis mejores disposiciones. Ayudad a vuestros hermanos y hermanas que los veis por caminos equivocados, pero siempre hacedlo con misericordia no con reproches, que reprochar se os da muy  bien a todos. Sed misericordiosos como vuestro Padre Celestial lo es, e imitad a Mi Santa Madre que también lo fue y lo sigue siendo. Acudid a Ella a pedirle auxilio, Ella es auxilio de pecadores, es decir, auxilio de todas las almas y nada desea más que ayudaros en todo lo que sea para Mi gloria. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.










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