Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

21 de noviembre de 2018

DEBO SER JUSTO PORQUE ENTONCES HARÍA DE LA VIDA UNA INSUBORDINACIÓN


Hijos de Mi Sagrado Corazón, cuando un padre o una madre aman con locura a sus hijos, ellos les previenen de toda clase de males y de engaños. Yo, Jesús, os hablo.

Pues bien, eso mismo hago Yo con vosotros que tanto Me interesáis. Deseo que os salvéis todos, sin dejar a ninguno por malo que sea, pero para ello vosotros debéis colaborar con el Cielo o Yo no sería un Dios justo. Soy misericordioso hasta donde no lo podéis imaginar, pero también debo ser justo, porque entonces haría de la vida una insubordinación, donde solo el mal tendría parte en vuestras almas. Debéis ser disciplinados  hasta en los más insignificante detalles, debéis ser honrados hasta en lo más insignificante, debéis ser honestos y hacer las cosas bajo la presencia de Dios, porque sabiendo que Dios os ve os será más fácil vencer la tentación, Yo, Jesús, os hablo.

Muchos que amáis tanto a Mi Madre ¿haríais ante Ella las obscenidades que hacéis a solas? Hijos, Ella os ve y debéis ser recatados y vivir santamente tanto si estáis solos como si estáis acompañados. Sé que os cuesta mucho la castidad que es uno de los frutos del Espíritu Santo, por eso mismo, para que adquiráis esos frutos os pido oración, oración y oración. No se puede conseguir bienes celestiales si no oráis, las oraciones traen toda clase de bendiciones y virtudes, porque es ponerse en contacto  con Dios mismo y Dios que es Suma Bondad os da toda clase de bienes espirituales. Así que hijos, sed fieles a la gracia, ella no os va a faltar, tenéis que vencer batallas cada día, pero son necesarias para que entréis en el Reino de os Cielos. Yo, Jesús, os hablo.

Si vosotros para vuestros hijos deseáis lo mejor y le hacéis toda clase de buenas recomendaciones, Yo que Soy mejor que vosotros, que Mi amor no tiene límite, me pasa lo mismo para con las almas, les deseo toda clase de bienes espirituales, y eso lo trae la práctica de los sacramentos y la oración. Diréis que Me repito mucho pero es que debo decíroslo constantemente porque  siendo así no Me hacéis caso, mucho menos  Me haríais si Yo no os lo recordara asiduamente. Sed sobrios, disciplinados, parcos en la comida, generosos con vuestras limosnas, fervorosos en vuestros rezos, sed como Mi Madre era, un cúmulo de acciones a cual más hermosa ante los ojos de Dios, todo lo que Ella hacia llegaba al Cielo cual si fuera incienso, pues su perfume inundaba el Trono de la Santísima Trinidad. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. 










No hay comentarios:

Publicar un comentario