Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

12 de agosto de 2015

CONFESAD HIJOS CONFESAD CON SANTOS SACERDOTES


Angustiosos son los momentos que muchas almas pasan en sus vidas y se encuentran solas y desorientadas, porque nadie les indica el camino a seguir para encontrar paz y consuelo. Yo, Jesús, os hablo.

Sacerdotes de Mi Corazón y laicos de Mis Entrañas, buscad a esas almas que padecen tribulación por mil asuntos: Por asuntos familiares, profesionales, económicos, de injusticia, amistad y demás. Cuando las encontréis acércamelas a Mi que Soy Camino, Verdad y Vida, que doy paz y consuelo a quien a Mí viene con un corazón sincero.

Hay muchas almas en vuestro entorno que os necesitan y debéis ayudarlas como Yo lo haría. Dadles la Verdad que Soy Yo. Habladles de que nadie se sintió decepcionado cuando se acercó a Mí. No es que la tribulación les vaya a desaparecer, pero sí se les hará suave y llevadera, porque Yo los ayudaré con su cruz. Yo, Jesús, os hablo.

Yo Soy el remedio para todos los males, la salud para el alma, el consuelo de los afligidos y el refugio de los pecadores. Junto con Mi Santa Madre. Nosotros no os dejamos a vuestro albedrío, pero debéis venir a Nosotros y desear de corazón que os ayudemos en vuestros sufrimientos. Confesad hijos, confesad con santos sacerdotes. ¿No vais a sicólogos para desahogaros y buscar consuelo? Yo Soy el verdadero consuelo del alma, de los atribulados, de los marginados y despreciados. Venid a Mi Corazón divino y dejaos obrar, porque Yo transformo la oscuridad en luz y el dolor en gozo. Yo, Jesús, os hablo.

Hablad a Mis criaturas de Mí y de Mi doctrina santa y llevadera, porque Mi gracia nunca falta y acudid a la Madre de Misericordia que es mi Santa Madre, que os ama como humanamente no podéis entender. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone práctica.



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