Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

20 de marzo de 2016

NO SEÁIS COBARDES Y CONFIAD EN MÍ QUE SOY UN OCÉANO DE AMOR INAGOTABLE




Alegraos hijos en el Señor, porque pronto muy pronto llegará vuestra liberación, y todo aquel que  Me ha sido fiel en las duras gozará Conmigo eternamente. Yo, Jesús, os hablo.

No temáis a las pruebas que os puedan venir, no seáis cobardes y confiad en Mí que Soy un océano de amor inagotable. Sed valientes ante las adversidades y los ataques que os hagan en contra de Mi doctrina y de Mi Santa Iglesia. El Mal ha existido siempre y siempre ha querido vencer al Bien que Soy Yo, pero no lo ha logrado ni lo logrará. Solo los cobardes siguen el juego a la insidias de Satanás que se vale de sus secuaces como siempre y de todos aquellos que lo siguen y que se han entregado a él por una vida mejor y más cómoda, libre de complicaciones. Pero ¡ay de ellos! porque las complicaciones que no quisieren tener en esta vida las tendrán en la otra, Yo no voy a dar el Cielo a quien aquí en la Tierra Me vendió por cobardía o placeres aunque sean legales. Yo daré el Cielo a aquellos que Me han amado desde siempre y que han dado la cara por Mí aquí en la Tierra, por eso, Yo la daré por ellos en el Cielo. Yo, Jesús, os hablo.

Tened hijos muy claro lo que os digo porque vienen tempestades espirituales que os pueden hacer zozobrar. Mirad como Mis apóstoles temieron a la tempestad del mar y Me llamaron, haced vosotros lo mismo, acudid a Mí y confiad en que Yo intervendré en su momento. Y si tardo en intervenir, siempre hijos Míos, será por vuestro bien y el bien de la Iglesia, no pretendáis saber más que Yo que vivo entre vosotros, que os veo, que estoy a vuestro lado y que se perfectamente mejor que vosotros lo que pasareis y lo que os espera. Recordad hijos, recordad que sin Mí nada podéis (Jn 15,5)

Sacerdotes de Dios, de Dios tenéis que ser siempre, hasta el martirio si eso fuera necesario. ¿De que le sirve al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? (Mt 16,26) Si tenéis que perder el ministerio, si tenéis que perder amistades, si tenéis que perder la honra y la salud por Mi causa, benditos seáis, porque todo eso son tesoros que solo a los verdaderos sacerdotes se les dará. Yo, Jesús, os hablo.

Uníos todos, laicos y sacerdotes en Mi Santo Nombre. Ayudaos mutuamente en momentos de tribulación, no os olvidéis de que tenéis una Madre Celestial que vela e intercede por vosotros, honradla y no dejéis ni un solo instante de hacerlo. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.








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