Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

10 de abril de 2016

QUIEN REZA POR UN PECADOR ME CONSUELA, PERO QUIEN LO HACE POR UN SACERDOTE EL CONSUELO ES DOBLE



Venid benditos de Mi Padre porque tuve hambre y Me disteis de comer y tuve sed y Me disteis de beber (Mt 25,34). Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, nunca como hasta ahora he pasado tanta hambre y tanta sed de almas que se Me entreguen, que Me sean fieles hasta en lo más insignificante y que den la cara por Mí y por Mis enseñanzas. Pero os digo que no encuentro verdaderas almas que reúnan estas cosas, porque si bien algunas reúnen una de ellas o dos, no reúnen las tres cosas. Yo, Jesús, os hablo,

Pero si esto es en las personas laicas no digamos ya en lo sacerdotes, que para nada se esfuerzan en darme reparación y alivio a las muchas ignominias que recibo y a los muchos errores que se están extendiendo por Mis Parroquias en todos los lugares del mundo. Mientras, Yo encerrado en el Sagrario, esperando almas reparadoras, almas que se olviden de todo menos de Mí, y que poquitas son las que Me resarcen de tanta amargura. Porque Mi amargura ahora es peor que la del Calvario, ya que la del Calvario sabía que terminaría en horas, pero la de ahora no solo no termina sino que aumenta cada día con sacerdotes mediocres que no quieren dar la cara por Mí, que mal aconsejan a sus feligreses por tal de quedar bien, que dicen unas homilías frías y tediosas que no solo no evangelizan sino que adormecen a los feligreses presentes, y tantas y tantas cosas que podría decir de ellos, incluso en su vida privada tan pecaminosa y contaminada por las cosas del mundo y por el pecado de la carne. Yo, Jesús, os hablo.

Orad hijos Míos, orad por los sacerdotes que caen en multitud al Infierno porque perdieron su papel en la sociedad y se identificaron más con el mundo que Conmigo. Sacerdotes que podrían haber sido muy santos y se malograron eternamente. Yo, Jesús, os hablo.

Quien reza por un pecador Me consuela en abundancia, pero quien lo hace por un sacerdote el consuelo es doble, porque además de ser un pecador es alguien que debe vivir en Mí, por Mí y para Mí, y no sucede eso en su vida, porque viven más para ellos que para Mí. Yo, Jesús, os hablo.

Vienen tempestades espirituales y muchos estáis temblando, nunca defraudo a quien cree en Mí y Me es fiel. Yo calmo las tempestades sean espirituales o sean de la naturaleza, pero debéis de tener fe en Mí y darme lo que Me corresponde que es amor y adoración. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.








1 comentario:

  1. Anónimo20:00

    la recompensa por orar por los sacerdotes seguro que es muy alta. Y el Señor insiste en que obtengamos un mayor grado de gloria para el cielo. Aprendamos alguna oración por los sacerdotes y hagámosla todos los días. A mi me gusta esta: ORACIÓN POR LOS SACERDOTES.

    "Señor Jesús, Pastor Supremo del rebaño,
    te rogamos que por el inmenso amor y misericordia
    de Tu Sagrado Corazón,
    atiendas todas las necesidades de tus sacerdotes.
    Te pedimos que retomes en Tu Corazón
    todos aquellos sacerdotes que se han alejado de tu camino,
    que enciendas de nuevo el deseo de santidad
    en los corazones de aquellos sacerdotes
    que han caído en la tibieza,
    y que continúes otorgando a tus sacerdotes fervientes
    el deseo de una mayor santidad.
    Unidos a tu Corazón y el Corazón de María,
    te pedimos que envíes esta petición a Tu Padre celestial
    en la unidad del Espíritu Santo. Amén."

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