Muchos cristianos practicantes creen que ya tienen el Cielo ganado, pero si
ellos vieran sus almas darían un grito de terror. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos Míos,
nadie os ama como Yo y por eso os tengo que hablar claro, o de lo contrario no
os ayudaría para nada estos mensajes. Hay quienes tienen pecados adosados en
sus almas desde hace años y esos pecados no confesados, debéis de arrancarlos
de vuestras almas, porque si no todo lo que confeséis o comulguéis no os valdrá.
No es lo mismo quien por falta de memoria ha olvidado muchas cosas, pero que
aunque intente recordarlas no las recuerda, de ahí, lo mucho que tenéis que
reparar vuestros propios pecados, porque aunque no los recordéis, están adosados
en vuestras almas.
Muchas
veces os lo he dicho a través de este medio y de otros, hay que arrancar la
cizaña de vuestras almas, ese veneno letal que os puede llevar a una
condenación eterna, o a un purgatorio de siglos. Yo, Jesús, os hablo.
Debéis
hacer una confesión general con un buen examen de conciencia. Debéis apuntar en
un papelito aquellas cosas que podéis olvidar o se os pueden pasar a la hora de
confesaros. Debéis empezar por confesar los pecados más vergonzosos y más
aberrantes, el confesor está acostumbrado a oír muchas cosas aberrantes, por
tanto, no os de vergüenza, y si no la tuvisteis para hacerlos, mucho menos la
tenéis que tener para confesarlos y erradicarlos de vuestras almas.
Pedid ayuda
principalmente a Mi Santo Espíritu para que os recuerde lo que debéis confesar,
y para que el confesor también os sepa aconsejar. Sed sencillos como niños a la
hora de confesar y no os guardéis absolutamente nada. Esto es muy bueno para el
alma, porque arrancado todo el veneno que anida en ella desde hace años, se
queda ya en un estado de purificación para que Mi Santo Espíritu os guie y os
inspire. Yo, Jesús, os hablo.
Después
hijos, acostumbraos a dar limosnas y a ser generosos con el prójimo. La limosna
repara muchos pecados, y es bueno que la practiquéis a menudo. No seáis avaros
con los necesitados, que para vosotros sí tenéis recursos, pero cuantos
inconvenientes ponéis a la hora de ayudar a los necesitados. Hay muchas
familias que están pasando muchas penurias económicas, no pueden pagar la luz,
no tienen para medicinas, hijos, sed personas auténticamente cristianas y
ayudad en la medida que podáis, sin excederse ni quedarse escueto. Yo, Jesús,
os hablo y os bendeciré con creces si todo esto que os digo lo ponéis en práctica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario