Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

20 de julio de 2016

ACOSTUMBRAOS A DAR LIMOSNAS Y A SER GENEROSOSOS CON EL PRÓJIMO



Muchos  cristianos practicantes creen que ya tienen el Cielo ganado, pero si ellos vieran sus almas darían un grito de terror. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos Míos, nadie os ama como Yo y por eso os tengo que hablar claro, o de lo contrario no os ayudaría para nada estos mensajes. Hay quienes tienen pecados adosados en sus almas desde hace años y esos pecados no confesados, debéis de arrancarlos de vuestras almas, porque si no todo lo que confeséis o comulguéis no os valdrá. No es lo mismo quien por falta de memoria ha olvidado muchas cosas, pero que aunque intente recordarlas no las recuerda, de ahí, lo mucho que tenéis que reparar vuestros propios pecados, porque aunque no los recordéis, están adosados en vuestras almas.

Muchas veces os lo he dicho a través de este medio y de otros, hay que arrancar la cizaña de vuestras almas, ese veneno letal que os puede llevar a una condenación eterna, o a un purgatorio de siglos. Yo, Jesús, os hablo.

Debéis hacer una confesión general con un buen examen de conciencia. Debéis apuntar en un papelito aquellas cosas que podéis olvidar o se os pueden pasar a la hora de confesaros. Debéis empezar por confesar los pecados más vergonzosos y más aberrantes, el confesor está acostumbrado a oír muchas cosas aberrantes, por tanto, no os de vergüenza, y si no la tuvisteis para hacerlos, mucho menos la tenéis que tener para confesarlos y erradicarlos de vuestras almas.

Pedid ayuda principalmente a Mi Santo Espíritu para que os recuerde lo que debéis confesar, y para que el confesor también os sepa aconsejar. Sed sencillos como niños a la hora de confesar y no os guardéis absolutamente nada. Esto es muy bueno para el alma, porque arrancado todo el veneno que anida en ella desde hace años, se queda ya en un estado de purificación para que Mi Santo Espíritu os guie y os inspire. Yo, Jesús, os hablo.

Después hijos, acostumbraos a dar limosnas y a ser generosos con el prójimo. La limosna repara muchos pecados, y es bueno que la practiquéis a menudo. No seáis avaros con los necesitados, que para vosotros sí tenéis recursos, pero cuantos inconvenientes ponéis a la hora de ayudar a los necesitados. Hay muchas familias que están pasando muchas penurias económicas, no pueden pagar la luz, no tienen para medicinas, hijos, sed personas auténticamente cristianas y ayudad en la medida que podáis, sin excederse ni quedarse escueto. Yo, Jesús, os hablo y os bendeciré con creces si todo esto que os digo  lo ponéis en práctica.








No hay comentarios:

Publicar un comentario