Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

15 de agosto de 2016

ACLAMAD AL SEÑOR HIJOS DE LOS HOMBRES Y BENDECIDLO CONSTANTEMENTE




Aclamad al Señor, hijos de los hombres, aclamadlo y bendecidlo constantemente, porque Él os rescató de la muerte y os abrió las puertas del Cielo. Yo, Jesús, os hablo.

Son muy pocas las almas que vienen a Mí a alabarme y darme gracias por Mi bondad, y Yo también necesito adoradores y que Me agradezcan el amor que les profeso incesantemente, por eso, incesantemente quisiera que se Me alabase y se Me adorase, pues es propio de un Dios ser alabado y adorado.

Aunque las cosas no os salgan bien, alabadme. Yo todo lo hago y lo dispongo para vuestro bien, incluso lo más negativo que os ocurra, porque Mi bondad y omnipotencia es tal, que saco un bien de todo lo negativo y malo que os ocurra. No os sumerjáis en el sufrimiento viéndolo como un enemigo, solo ved que es algo que Yo consiento para vuestra santificación, y que el mismo, os libra a veces y no pocas, de muchos males peores que os podrían llevar a la perdición eterna.

Un verdadero padre que ama a sus hijos no les da nunca cosas malas, incluso si les da un azote es por su bien. Yo Soy un buen Padre cuyo amor por vosotros es infinito, y  a veces os tengo que dar un azote para que os despabiléis y abráis los ojos. Hijos, tenéis que comprender que todo lo permito o lo dispongo para vuestro bien. Quiero que tengáis fe en esto, porque si os lo demostrara claramente no tendrías el mérito de la fe, por tanto hijos, aceptad vuestras cruces, ellas no son eternas y muchas ni siquiera son perpetuas, debéis de aceptarlas y hasta amarlas, porque Yo así lo he dispuesto y así lo he decidido en Mi amor y bondad infinitos hacia vosotros. Yo, Jesús, os hablo.

Pero hay cruces que os vienen por vuestras malas gestiones y vuestros malos pasos, pues aun así hijos, Yo estoy pendiente de que ellas no os lleven a la perdición eterna, y siempre tenéis Mi gracia para superarlas y para vencerlas, pero claro, no coacciono vuestra libertad  ni os condiciono para nada, solo espero pacientemente que Me ofrezcáis el dolor voluntariamente ya que muchos no habéis sido capaz de ofrecerme ni adoración ni bendición. Ahora en el sufrimiento ofrecédmelo y no dudéis que el ofrecimiento es a vosotros los primeros que os beneficiará, porque el mismo, Me hará olvidar muchos malos pasos que habéis dado en la vida y muchas ofensas que Me habéis hecho. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.








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