Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

19 de abril de 2017

ACUDID A MI SANTA MADRE PARA QUE ELLA OS AYUDE



¡Aleluya hijos, aleluya! porque un año más celebráis Mi Pascua de Resurrección y os alegráis de ello. Yo, Jesús, os hablo.

Ved que la muerte ya no tiene dominio sobre Mí y tampoco la tendrá sobre vosotros, si morís en Mí y con el alma limpia de pecados mortales y de rencores. No guardéis rencor a nadie que eso es un veneno inmenso para vuestra alma y puede llegar a haceros perder la eternidad dichosa. Todo aquel que tenga algo contra su hermano o hermana, contra su prójimo, por mucho que le haya hecho, que lo perdone de corazón y no le guarde ningún rencor, y si llegara el caso de que se encontrara con él, que le hable porque Yo perdoné a Mis enemigos y a los que se ensañaban Conmigo desde la Cruz y Mi Madre Me imitó en todo. Yo, Jesús, os hablo.

Hijos, por unas rencillas que ya pasaron que son consecuencias de vuestra debilidad humana, no os juguéis la salvación eterna, porque muchos mueren con ese veneno en el alma y no pueden entrar en el Cielo, y si se quedan en el Purgatorio su duración es inmensa, porque hay que perdonar y hacerlo de corazón. Recordad Mi Mandamiento nuevo que os améis unos a otros pero como Yo os he amado (Jn 13,34), no a vuestra forma de amar, sino a la Mía. Hijos es muy importante esto que os digo y aunque ya os lo he dicho más veces, siempre tendré que recordároslo porque hay muchas almas, muchas que no perdonan y se ahogan en su propia soberbia que es la peor atadura que puedan tener. Yo, Jesús, os hablo.

Todo aquel que perdona el mal que le hicieron Me tiene a Mí dispuesto a olvidar sus pecados y a perdonárselos, porque el que sabe perdonar y olvidar es un alma que ha comprendido Mi doctrina y que Me imita y Me agrada sobremanera. Por tanto hijos, meteos bien en la cabeza esto que os sugiero: perdonad, perdonad, perdonad y si os cuesta, acudid a Mi Santa Madre para que Ella os ayude o acudid a Mí para que Yo os ayude a emprender ese perdón que os daña a vosotros más que a nadie al no concederlo. Yo, Jesús, os hablo.

Sed santos en todos los aspectos. Sed virtuosos en todo, que a la hora de la muerte no haya nada que os impida entrar en Mi Reino. No carguéis eternamente con ese mal tan grande que es el rencor, porque el mismo os ahorcará en su propia vileza y os llevará a la ruina total. Hijos, vosotros que leéis estos mensajes que no os resbalen, que no los leáis y los aparquéis, ponedlos en práctica pero hacedlo ya, no demoréis por más tiempo este asunto. Yo, Jesús os lo pido y os instruyo.








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