Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

12 de mayo de 2017

AGUANTANDO Y OFRECIENDO SERÉIS MÁRTIRES



Maravillosas son las recompensas que les esperan a aquellas almas que superando una y otra tribulación llegarán a una eternidad dichosa, donde Yo les espero. Yo, Jesús, os hablo.

Hay almas que sin ellas saberlo son verdaderos mártires en Mi iglesia. Sufren una y otra tribulación y ellas no saben que Yo lo dispongo así para mayor corona y para que crezcan en más virtud, y porque además esas tribulaciones sufridas por amor a Mí y por Mi gloria, atraerán a la eternidad dichosa muchas otras almas y algunas de ellas entre sus familiares. Yo, Jesús, os hablo.

Así pues hijos, no os desanime cuando os viene una y otra prueba. Mi enemigo mortal os quiere hacer sucumbir, que Me abandonéis y que le dejéis el camino libre para él obrar mal en favor de las almas, pero vosotros aguantando y ofreciendo, seréis mártires de Mi Verdad y seréis almas que arrastren -sin saberlo ni siquiera- a muchas otras. Por eso, alegraos cuando sirviéndome y siéndome fiel os salen las cosas adversas. No os preocupe la honra ni el reconocimiento de las criaturas, solo preocuparos de que Yo, Jesús, estoy con vosotros y aunque parezca que os tengo abandonados, no os dejo ni un solo instante. Yo, Jesús, os hablo.

Sé que si de vosotros dependiera y tuvierais ocasión, lucharíais por Mi Verdad en todos los colectivos. Sé que vuestros deseos es que Yo venza en esta sociedad y que en la Iglesia se Me dé el culto y la adoración que merezco por ser Dios y Señor. Y Yo, de forma que no os dais ni cuenta, hago realidad vuestros deseos aunque no los advirtáis, porque muchos de ellos se cumplen pero vosotros no tenéis conocimiento de ello. Por eso, almas Mías, queridos todos de Mi Corazón: coraje, amor, perseverancia y paz, Yo estoy con vosotros hasta el final y si vosotros no Me dais la espalda Yo tampoco os la daré, porque sois los que defendéis de verdad a Mi Iglesia, a Mi Evangelio y al verdadero Magisterio de la Iglesia. Yo, Jesús, os hablo y os animo a seguir adelante. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo cree y lo pone en práctica.








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