Amados hijos
de Mi divino Corazón, debéis de esforzaros más en vivir una vida más llena de sacrificios
y de renuncias mundanas, porque se os pasa el tiempo y no hacéis méritos suficientes
para el Reino de los Cielos. Yo, Jesús, os hablo.
No
desperdicies el tiempo como lo hacéis en programas de televisión que no solo no
os hacen ningún bien sino que os envenenan los criterios y la mente. Sed
personas de disciplina y amantes del bien, tanto en público como en soledad, porque
todos estáis bajo Mi mirada y lo veo todo.
El bien que se
haga en esta vida será para siempre y cosecharéis igualmente bien. Pero si no sembráis
nada bueno, nada bueno cosecharéis. Queréis que vuestros hijos y familiares
sean personas de honradez y de santos criterios, pero vosotros tenéis que ser los
primeros en dar ejemplo y vivir según Mis preceptos cumpliéndolos tal y como Yo
lo exijo, porque hijos, Mi deseo es que todos os salvéis y nos veamos en la
Vida Eterna.
Muchos de
vosotros podéis oír la Santa Misa diariamente y sabed que la Misa es un acto de
valor infinito. La Misa beneficia a muchas almas no solo a vosotros, sino a
muchas otras almas que necesitan que se le ofrezcan cosas, incluidas las almas
del Purgatorio. Si un billete de vuestro dinero fuera de valor infinito y nunca
se acabase ¿acaso no lo iríais dándolo a todo el mundo y mucho más a los
necesitados?
La Santa Misa tiene un valor infinito y nunca se acaba su valor, por eso, oírla y ofrecerla por las almas y por toda la Humanidad es un bien muy grande que podéis hacer. Pero hijos, cuando os acerquéis a comulgar hacerlo en las debidas disposiciones y con el respeto correspondiente, porque muchas mujeres llevan unos vestidos indecorosos y muchas personas están en la Iglesia hablando más que pendiente de la ceremonia, por tanto, sed conscientes que estáis en sitio sagrado y que vais a recibir a Dios y que si no lo hacéis como debe de ser, os sirve más de pecado que de bien alguno. Yo, Jesús, os hablo. ¡Tened cuidado con las comuniones que hacéis y que no Me valen! Se las lleva Satanás.
La Santa Misa tiene un valor infinito y nunca se acaba su valor, por eso, oírla y ofrecerla por las almas y por toda la Humanidad es un bien muy grande que podéis hacer. Pero hijos, cuando os acerquéis a comulgar hacerlo en las debidas disposiciones y con el respeto correspondiente, porque muchas mujeres llevan unos vestidos indecorosos y muchas personas están en la Iglesia hablando más que pendiente de la ceremonia, por tanto, sed conscientes que estáis en sitio sagrado y que vais a recibir a Dios y que si no lo hacéis como debe de ser, os sirve más de pecado que de bien alguno. Yo, Jesús, os hablo. ¡Tened cuidado con las comuniones que hacéis y que no Me valen! Se las lleva Satanás.
Cuanto más y
mejor practiquéis los sacramentos, más los desearéis porque más los necesitaréis,
pero si vais a Misa y os aburre y estáis deseando que se termine, sin
sumergiros en el Santo Misterio que es, entonces hijos, es como si os resbalara
y no os servirá para nada. Así que ánimo y a prepararos para crecer en virtud. Lo
que os pido son cosas que están a vuestro alcance y debéis de ofrecérmelas con
amor y libertad, nunca forzados a ello. Yo, Jesús, os hablo y os instruyo.
Siempre espero, como espera un chico los regalos de Navidad, estos mensajes tan amorosamente precisos.
ResponderEliminarDios bendiga su instrumento anónimo con infinitas Gracias.
Amen.