Nos quejamos de que el mal ha tomado una gran dimensión en todos los colectivos, pues se ha perdido la conciencia de pecado. Consecuencia de esto es el alejamiento de Dios. Nos hemos apartado de Él y vamos a nuestro arbitrio. La Virgen, que vivió tan unida a Dios, nos da el consejo para evitar todo esto, consejo que no podemos relegar: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Y sólo cuando hagamos lo que Dios nos dice, las cosas cambiarán. Mientras, el mal seguirá avanzando. Acatemos pues lo que la Virgen nos dice, Ella nos ayudará. contador de visitas

7 de febrero de 2018

HAY COMUNIONES QUE ME DESHONRAN MÁS QUE ME HONRAN



Hijos Míos, veo que a menudo mandáis oraciones por las redes sociales tanto de Mi Madre como Mías o de otros santos. Yo, Jesús, os hablo.

Todo está muy bien aunque muchos no las soléis cumplir y no os lo reprocho. Pero pensad que nada hay que Me dé más gloria y que os consiga más gracias, que una Eucaristía oída en las debidas disposiciones, es decir, sin mota de pecado, porque son bastantes los católicos que comulgan indebidamente y no se confiesan, y aunque al sacerdote que celebra lo podéis engañar, a Mí hijos no Me podéis engañar. Yo, Jesús, os hablo.

No creáis que por mucho que comulguéis tenéis el Cielo ganado. Una sola Comunión hecha en las debidas disposiciones de fe y de amor y con conciencia libre de pecados, os puede hacer ganar el Cielo si murierais en ese momento, pero hay comuniones que Me deshonran más que Me honran.

Os lo digo por enésima vez, comulgad como lo haría Mi Santa Madre, con fervor, con fe, con inmenso amor, sintiéndose indigna de recibirme, y sobre todo, con el alma limpia de pecados. Y vosotros hijos, con la Comunión todavía  en la boca (sin consumirse aún), muchos ya os estáis atacando o criticando y eso Me desagrada mucho y os quita cantidad de gracias que podríais recibir si comulgarais como Yo mando. Yo, Jesús, os hablo.

Pedid ayuda a vuestro Santo Ángel Custodio, a Mi Santa Madre, a San José y a San Miguel Arcángel. Si no a todos escoged el que más o guste u os valga, pero no vengáis a recibirme en la forma que lo hacéis y con las vestimentas que en el verano lleváis tan irrespetuosas. Si los sacerdotes se callan Yo no Me callo y os lo digo, ¡ay de aquel que comulgue mal y no rectifique! Así que hijos, sed conscientes de a quien vais a recibir, al Juez de vivos y muertos, a Vuestro Redentor, al Hijo de Dios Padre e Hijo de María Santísima. Yo, Jesús, os hablo.

Luego empleáis tiempo en oraciones que tampoco las hacéis en condiciones, porque muchos las hacen con la televisión puesta, sin guardar el silencio o compostura necesarios. No es que sean malas esas oraciones, son buenas, pero vosotros las hacéis muy indignas del Cielo porque no tenéis fervor alguno y solo queréis alcanzar las promesas que ellas llevan. Por tanto hijos, rectificad en todo. Proponeos ser como Mi Madre y San José eran, y serían en vuestro tiempo y, no deis mal ejemplo a quienes os ven, porque Yo os pediré cuentas absolutamente de todo. Yo, Jesús, os hablo y os aviso.








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